Magdalena Sánchez Lobato
Magdalena Sánchez Lobato (1869-1959), nació en la calle Buen Viaje de la capital hispalense, donde fue bautizada en la Iglesia de San Esteban. Se traslada a la localidad de Arahal, cuando ya poseía la titulación como profesora del Consejo de Educación atribuido en Cuenca, donde decide crear un colegio particular de niñas, cuyas asignaturas que aprendían eran doctrina cristiana, doctrina sagrada, lectura, escritura, labores y asignaturas que contenían el libro de grado preparatorio y elemental, llegando alcanzar hasta 120 niñas, en dicho colegio situado en la calle Morón.
Aparte de la gran dedicación que realizó en su vida en la educación, realizó las pinturas de los estandartes de la Milagrosa y San José para la Parroquia de Santa María Magdalena.
Los últimos dieciocho años de su vida se trasladó a la calle General Sanjurjo número 7 (actual Madre de Dios), cuando era viuda ya de Medina, vivió con sus familiares más cercarnos falleció a la edad de noventa años, asistiendo a su funeral un importante número de habitantes y una nutrida representación de todas las Hermandades y Cofradías de Arahal.
Según los testimonios de su nieto Antonio Casado Medina, meses antes a su muerte se solicitó con numerosos pliegos de firmas recogidos por el pueblo, “la Medalla al Mérito en el Trabajo”, como homenaje a su trayectoria en labores educativas y de trabajos de bordados, pinturas sobre tela y ornamentos y otros objetos de verdadero arte.
Cuenta con una rotulación a su nombre en el barrio conocido como “La Huerta Perea”, donde hace honor a la persona que dedicó toda su vida por entero a la enseñanza primaria, cuya misión fue realizar sus labores de escolaridad femenina.