ÓLEO: Esta rotulación en algunos documentos se puede leer como "OLIO Y LORIO". No obedece a ningún apellido de persona de calidad. La bautizó así el vulgo por serpentear por sus aledaños los residuos de unos molinos aceiteros de "óleum", que existían por aquellos contornos hace siglos y de los que aún quedan vestigios. Esta calle durante muchos años ha conformado el eje principal junto a la Puerta Osuna, dando acceso a la antigua travesía de la Carretera Nacional 334 Sevilla-Málaga.
PACHO: Esta rotulación hay quien la relaciona con el Cortijo Pacho; posiblemente debe su nombre al que fue escribano de cabildo de Arahal hasta 1590 don Francisco Pacho. La calle se integra en el año 1879 en las condiciones de urbanización de las calles del casco urbano experimentando una notable mejoría en la pavimentación de la calzada y corrientes higienistas. El carácter de las edificaciones predominantes de la plaza y calle Pacho, manifiesta claramente su condición de espacio interior de servicio del caserío vinculado a las calles Sevilla, Juan Pérez, San Roque y Serrano, lo que marca la configuración actual de este espacio, un tanto disperso, significando el dinámico proceso de residencialización que está experimentando en los últimos años.
PILAR: Con el aterramiento y entubado del arroyo, se transforma el cauce del mismo en una calle de gran anchura, siendo el origen de la denominación singular de calle Pilar, calle de indudable potencial estructurante, hacia la que descienden dos calles de considerable pendiente, Arroyo y Huerta, que conectan transversalmente el antiguo cauce con las calles altas que definen su perímetro a un lado y otro como son las calles Sevilla y Mina. En este contexto, encontraríamos un primitivo núcleo, de trazado bajo medieval, recortado sobre el escarpe que propicia el nacimiento del arroyo y que tendría en la actual Plaza Vieja su primer límite físico, dada la diferencia de cota existente y el carácter de cauce de la calle Pilar y su entorno.