Iglesia de la Vera Cruz

En Arahal existía una incipiente casta, originaria de descendientes de artesanos y labradores enriquecidos, que consiguieron la hidalguía a través de los llamados litigios de nobleza. En este grupo social nace una corporación con el título de la Vera Cruz, cuyo principal fin fue ejercer la caridad y dar culto al Santo Lignum Crucis: «coge tu cruz y sígueme», es decir, a la reliquia de un trozo del Leño de la Cruz en la que fue clavado y murió el Redentor del mundo. Su fundación tuvo lugar en el siglo XVI en el convento franciscano de la Orden de los Mínimos de Nuestra Señora de la Victoria, siendo trasladada a una ermita en los arrabales sobre la directriz del camino de Marchena, bautizada con el mismo título en 1562: «…una hermita del nombre de la Vera+Cruz donde estuviese situada la dicha cofradía ansí como de presente lo está y a estado de cincuenta años a esta parte…», tras la donación de unas casas, propiedad de don Gonzalo de Palma, a cambio de la obligación de decir dos misas anuales y otra más rezada por los difuntos de esa hermandad.

El 4 de septiembre de 1592, el imaginero Martín de Oviedo y el mayordomo de la Cofradía de la Veracruz y Sangre de Jesucristo, don Jerónimo del Río, firman el contrato para la ejecución de un crucificado: «…un cristo crucificado que tenga de altura / (…) varas, de madera de pino de Segura, / con su cruz de borne y sus molduras doradas, / con su título sobre la cruz y corona y potencias, y de lo pintar y dorar e dar a / cabado con toda perfección a satisfacción…», cuyo coste ascendió a 40 ducados, siendo entregado el 29 de enero de 1593.

En el primer tercio del siglo XVII, le fue concedida la Bula de la Santa Cruzada, auto mediante, el Papa Paulo V levantaba la suspensión otorgada de privilegios y títulos «…para ciertos días y fiestas del año según que en el dicho Breve más largamente se contiene, que originalmente se presentó ante nos, el cual, siendo / necesario, revalidamos y damos licencia y facultad para que las dichas gracias, indulgencias y perdones se puedan publicar y ganar por todo el tiempo en la dicha concesión contenido, con tanto que la publicación se haga sin solenidad…», siendo concedida en Roma a 22 de mayo de 1610. En este mismo templo, convivía otra hermandad denominada N. Sra del Rosario y de la Sta Caridad N. Sor. JesuChristo con los Pobres Difuntos, fundada en 1602, con altar propio frente a la puerta principal, cuyo primordial fin era «…sacar el Rosario por las calles de esta villa a prima noche entonando la salutación Angélica, (…) y sepultar los cadáveres de los pobres de solemnidad…».

La antigua ermita resultó destruida por el terremoto de Lisboa, el 1 de noviembre de 1755, que causó la desaparición de esta. Hecho trascendental, ya que meses después, el 11 de abril del año siguiente, en cabildo de oficiales se toma el acuerdo de la disolución de la corporación crucera. Desde la perspectiva histórica, aprovechando la devoción de la que disfrutaba el Cristo de la Veracruz, la Hermandad del Rosario y Caridad con los Pobres Difuntos, reclamando limosnas al pueblo con la ayuda económica de don José Soriano Fontiveros, acometió la reedificación del actual templo, siendo bendecido el 25 de diciembre de 1780 por el párroco don Francisco Andrade, bajo el título de iglesia de la Santa Veracruz. Más tarde, en 1805, don José Soriano Fontiveros sería nombrado patrono protector de la iglesia, pudiendo reunir todas las asociaciones religiosas dedicadas a difundir el culto del Rosario en una sola, la Confraternidad del Santo Rosario y Caridad, que venía a reunir las antiguas de Nuestra Señora de las Ánimas, La Pastora, el Refugio y la Aurora, haciendo coincidir el culto al Rosario y la práctica de la caridad.

Tras el citado terremoto se adquirió un solar anexo, que hoy ocupa Cáritas, para que hiciera las veces de casa del santero: «…Se tiene por bienes de dicha hermandad parte del terreno que hoy ocupa la citada ermita, (…), como también una casa pequeña contigua a dicha ermita en que tiene su habitación el capiller de ella…». A estos espacios se añadieron los terrenos que ocupaba un cementerio que la rodeaba, previa cesión por parte del Arzobispado. Durante el siglo XIX la iglesia pasó a la protección de los Zayas y los Benjumea, que realizaron algunos añadidos en la parte posterior y al parecer cambiaron la orientación del altar mayor.

En el fatídico 1936, fue saqueada e incendiados sus imágenes y enseres, incluido el crucificado titular del que la Hermandad conserva una parte de un pie y una mano. Más de setenta años, la iglesia ha estado cerrada al culto donde ha sido utilizada para algún uso intermitente teatral o incluso radiofónico, hasta que a partir del año 2000 después de la refundación de la Hermandad de Veracruz el 24 de febrero de 1994 consigue la cesión por el arzobispado y el permiso pertinente para su restauración y establecimiento de la Hermandad como sede canónica.

El 20 de mayo de 2003 la reciente creada Hermandad de la Veracruz, encarga el proyecto de restauración de la Iglesia al arquitecto local don Luis Fernando Camacho Lobato, bajo el nombre del proyecto 'Restauración y Conservación de Fachada, Espadaña y Cubiertas de la Capilla de la Vera-Cruz'. Tras la aprobación del mismo en cabildo, son encargadas las obras a la empresa constructora local 'Frajoman'. El 20 de noviembre de 2004, la Iglesia de la Veracruz es dedicada y consagrada de nuevo al culto por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, don Fray Carlos Amigo Vallejo, donde el mismo día, fue bendecida la imagen de María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos.

Textos extraídos: GARCÍA AMADOR, Manuel Jesús. Arte y Fe. Compendio General de la Arquitectura Religiosa de Arahal. Ediciones Pangea. Febrero, 2023. Págs. 260 - 289.

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